Papá, de tantas y tantas cosas que podría recordar y relatar de ti, y más allá de tu admirable capacidad para superar las adversidades, me quedaré con el recuerdo de tu inaudita generosidad.
Y de tu bondad.
Eras un buen hombre.
Siempre dando, siempre ofreciendo, siempre ayudando. Siempre intentando
mitigar, como buenamente podías o sabías, el dolor ajeno. Toda tu vida nos protegiste y
nos cuidaste, a mamá, a tus hijos y a tus nietos. Como el gran patriarca de la
familia.
Yo estoy convencido que
ayer David acudió, alegre, a tu encuentro, a decirte que todo está bien, que ya
estáis juntos de nuevo; y que ahora,
seguramente, te está enseñando como son y como funcionan las cosas por
ahí. Así me gusta imaginaros.
Te quiero, papá.
Barcelona 13 de juny del 2018
2 comentaris:
Hola, un fuerte abrazo, seguro que ya están los dos juntos. Sonriendo.
Laura
Gràcies , Laura. Així m'agrada creure-ho.
Una altre abraçada
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